El pasado lunes finalizo Santa Diabla, llego el momento de hablar de este deslumbrante pero a la vez tenebroso desenlace...
A todos les preguntamos, ¿Que podíamos esperar de Santa Diabla?, que podíamos esperar de una producción con la que nos hicieron una promoción falsa, con la que nunca pudimos engancharnos con las historias, con una producción en que algunos momentos nos preguntamos ¿y que paso aquí?, pero vamos muy rápido, vamos a desmoronar para armar todo esto desde el principio.
Y el principio esta aquí, donde discutimos acerca de la gran malicia que debió tener Espino para mantener su personaje, y digo "debió" porque nunca lo tuvo, nunca vimos esa gran venganza a los Cano, nunca vimos que los Cano lloraran, bueno, lloraron, pero no por la santa que NUNCA se convirtió en Diabla, y esta transformación era la gran premisa que nos tenían asegurada desde el principio de la telenovela, y no las tumbaron, nos engañaron, Santa nunca hizo nada para que los Cano sufrieran y lo peor de todo es que se enamoró de sus dos enemigos, ¿qué más le podemos pedir a esta historia?, Inés, no se imaginan cuanto sufrí con este personaje, y lo digo porque todas las locuras que se veían de ella en la telenovela, nunca las vi justas, las sentí como ese picante de cada capítulo, sentí un personaje como el de Inés, como un personaje utilizado, que más que una villana, era la bipolar de la telenovela, queriendo y no queriendo a la vez.
Aunque Inés fue un muy buen sabor de boca para la trama, a ella le llego competencia, y es desde el momento donde llega Alicia, en este punto la historia toma otro auge, donde todos los buenos son malos y todos los malos son buenos, pero ¿porque enredar tanto al público?, nos enredan para que a un tiempo no muy lejano queramos saber cuál es la solución de ese enredo, y algunas veces no vimos soluciones, muchas veces no vimos esa coherencia de la historia, siempre se salía por la tangente todo lo que debería tener una buena solución.
Uno de los grandes errores de Santa Diabla fue la conjugación de todas sus historias, a mi punto de vista, el narcotráfico comandado por el personaje de Christian de la Campa, el amor entre el joven y la señora, la prostitución, la drogadicción, el racismo, el asesinato en serie, la venganza, el embarazo en jóvenes, nunca fueron bien unificadas, nunca se vio una historia sólida que conjugara todos los aspectos que nombre y obviamente los que faltaron, fue como lanzar al aire mil y un historias a ver si en algún tiempo se lograban entrelazar, y e aquí el resultado, un final donde no se vio mucho de lo nombrado, donde se concluye que a veces menos es más.
Otra de las cosas divinas que tuvo Santa Diabla fue la resurrección, morí de la risa con el personaje de Pancho empeñado en que Humberto había matado a su padre, pero nunca lo descubrieron, todo el suceso que hizo para fingir su muerte, ni hablemos del personaje de Christian de la Campa, a quien recomendamos seguir cocinando y dejar la actuación, le haría un gran favor a toda la audiencia, parece increíble que con dos personajes que fueron los que manejo en la trama supo posicionarse como un buen actor, aparte de que si historia de reconstrucción facial no se la cree ni el mismo, fue un personaje sobrante en la historia, no le aporto nada interesante, más que su obsesión con Santa, que a mi parecer fue otra de las grandes pendejadas de la historia.
Hablemos del final. Pobre Aarón Díaz, aunque su personaje de Santiago si creció, su actuación no, vi el mismo porte de villano que uso en El Talismán. El final de Humberto era predecible, así como el de Santa, ahora, me pareció tan extraño que Santiaguito no hubiera hecho nada para contrarrestar cuando fue apresado por los policías, no fue un acto muy villanesco de su parte.
En síntesis, fue un final tétrico, fue un final gris...
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